La Semana Santa está muy cerca. Por ello, vamos a hablar de uno de los centros religiosos y turísticos más importantes de la ciudad: la catedral de Nuestra Señora del Carmen. Pues en sus casi 200 años de historia ha tenido que ser remodelada dos veces como consecuencia de un incendio y un terremoto.
Durante la Semana Mayor, la Catedral de Nuestra Señora del Carmen, es uno de los sitios turísticos en Villavicencio más visitados. Allí se celebra el viacrucis y demás actividades religiosas.
A continuación les contamos un poco sobre este sitio religioso de gran importancia para los llaneros.
Catedral de Nuestra Señora del Carmen – Un poco de historia
En sus comienzos, era una capilla conocida como Nuestra Señora de la Concepción. Pero en 1890 fue destruida junto con unas casas cercanas debido a un devastador incendio.
Durante el período de tiempo de restauración de la iglesia, la misa se trasladó temporalmente a una casa en la plaza central.
En el año 1917, para ser más precisos el viernes 31 de agosto, los feligreses que habían asistido a la misa quedaron bajo los escombros. Debido a la caída de una pared que causó el terremoto. Desafortunadamente en este hecho siete personas murieron.
Después de la tragedia, se inició la reconstrucción de la catedral, pero a un ritmo mucho más lento que la primera vez. Tuvieron que pasar aproximadamente diez años para terminar la obra, aunque con muchas inconformidades de la comunidad.
Los feligreses no quedaron muy felices con la fachada del templo. Por lo tanto, tuvieron que transportar los materiales desde Apiay para intentar arreglarla.
Es necesario recordar que para la época, la vía que conectaba a Bogotá y Villavicencio estaba en condiciones precarias. Por consiguiente, el transporte de materiales era una labor de alta complejidad. Esto dificultaba en gran medida la construcción de obras e infraestructura.
¿Sabías que?
La razón de que la iglesia se llame así se debe a un ciudadano: Jorge Acosta, quien donó la imagen de la virgen. Desde entonces, la catedral recibe el nombre de Nuestra Señora del Carmen.
El 15 de agosto de 1943, el padre José Ramakers le ofreció a monseñor Francisco Bruls el proyecto de renovar la fachada de la catedral. Este diseño planteaba construir dos elegantes torres de 27 metros de altura. El ofrecimiento era un regalo para celebrar las bodas de plata en la vida sacerdotal de monseñor Bruls. En 1944 inició la obra.
Sin embargo, después de arreglar la fachada, la catedral seguía teniendo problemas en su estructura interna. Para no tener que reconstruir la iglesia desde cero y perder la reciente inversión de la fachada, se decidió remodelar toda la estructura exceptuando el frente. En esta obra se amplió la catedral, tomando dos metros más de cada lado.
Los planos de esta renovación los realizó el padre José Ramakers. También participó el Padre Lucreciano Onofre (sacerdote al mando de la iglesia en ese año). Para la ejecución de la obra, el Gobierno Nacional contribuyó con 10.000 mil pesos. Y los feligreses ayudaron con los otros recursos necesarios.
Por último, el 24 de octubre de 1957 (13 años después) se hizo la consagración de la catedral.