Leyenda de Juan Machete
Juan Machete es una de las leyendas que se comparte en el llano colombiano como en el venezolano y la cual involucra situaciones sobrenaturales, con el fin de atraer poder y riqueza, pero al final, estos actos no terminan nada bien.
Juan Machete, como algunas de las otras leyendas y mitos, aún se encuentran muy arraigadas en la cultura de la región Orinoquía y como tal, de Colombia.
A continuación te contamos todo acerca de este personaje que hace parte de los Mitos y Leyendas del Llano.
¿Por qué se llama Juan machete? El protagonista de esta leyenda se llamaba Juan Francisco Ortiz, pero era conocido como “Juan Machete” pero, ¿por qué?. Bueno, según este relato, Juan siempre llevaba en su cinturón un machete, mandado a construir de acuerdo a su altura, además de ser muy hábil usándolo. De aquí surgió su renombre.
El Pacto con el Diablo
Cuenta la leyenda que Juan Francisco Ortiz hizo un pacto con el diablo, ofreciéndole el alma de su esposa e hijos, e incluso la suya, de ser necesario. Esto a cambio de convertirse en el hombre más rico y poderoso de las tierras de la Macarena.
El diablo le puso de condición, buscar un sapo y una gallina, a los cuales debía cocerle los ojos y enterrarlos vivos un viernes santo a media noche, en un lugar apartado.
Seguido de esto, debía invocar al diablo, con la fuerza de su alma y corazón. Juan realizó todos los pasos. Días después, juan comenzó a notar que todos los negocios comenzaron a prosperar.
Juan Machete el hombre más rico de la región
Un día, salió en la madrugada con su caballo y vio un toro negro en su terreno, con los dos cachos blancos y los cuatro cascos.
El hombre no le dio mucha atención a esto y se fue a trabajar como era de costumbre. Cuando regresó, notó que el toro aún estaba merodeando sus terrenos, y creyó que tal vez era de algún hato vecino.
Al día siguiente, lo despertó el ruido de los animales, por lo cual dedujo que debió ser por el toro. Entonces intentó sacarlo de su territorio, pero esto fue imposible porque ningún rejo aguantó.
Al ver que no pudo, se acostó extrañado por esta situación, pero a eso de la media noche, lo despertó un fuerte bramido. Esto lo obligó a dirigirse al potrero y allí se dio cuenta que había miles de reces en su terreno.
Cuenta este relato, que Juan Machete durante varios años fue el hombre más rico de la región, hasta que un día, misteriosamente, toda su riqueza empezó a disminuir y su ganado a desaparecer.
Debido a su arrepentimiento por el pacto que realizó con el diablo, Juan enterró la poca plata que le quedaba y desapareció selva adentro.
Otra versión de la Leyenda
Otra versión de este personaje que hace parte del Parque las Malocas es que, el hombre agarró un sapo y una gallina negra, a los cuales enterró vivos con los ojos cocidos un jueves santo a media noche.
Pasado un año, el mismo día y a la misma hora, Juan debía desenterrar los restos de los animales. Seguido de esto, tenía que lanzarlos al viento y decir a su vez, tres veces: ¡satanás, satanás, satanás, quiero hacer un pacto contigo ¡aquí te espero!.
El demonio le dijo a Juan: el pacto está hecho hasta el día que yo decida.
Al poco tiempo de este evento, Juan empezó a tener una suerte increíble, sus tierras se volvieron fértiles y sus vacas empezaron a parir. Entonces, su fortuna comenzó a crecer aceleradamente.
El tiempo pasó, hasta que una noche, un fuerte bramido lo despertó y vio un toro negro en su terreno. Juan creyó que era de algún vecino y no le prestó mucha atención. Cuando volvió en la tarde, el toro aún seguía allí.
Un día, fue a pasear por sus propiedades y de repente un chivo le habló y le dijo: – Juan Machete, a tu hacienda vendrán unos trabajadores, debes contratarlos porque ellos te serán fieles.
Entre ellos venía un hombre, al cual debía de llamar “Constantinoplo” y tuvo que bautizarlo con un credo al revés. Después de esto, le dijo: tus riquezas se duplicarán y no habrá hombre más rico sobre la tierra. Y así fue, se convirtió en el hombre más rico de la región, pero a su vez en el más tirano.
Fin del Pacto
Juan Machete comenzó a sentir miedo, porque sabía que ya estaba llegando a su fin el trato que había realizado con el ente maligno.
Y así fue, pues su terreno se perdió por una sequía y murieron también todos animales. Sin embargo, el toro era el único que se mantenía en pie, nada le había pasado. Igualmente, sus trabajadores también lo abandonaron.
Finalmente, cuando quedó solo, se internó en el bosque y enterró el dinero que le quedaba en una profunda cueva. Luego murió y así fue a pagar su deuda al rey de las tinieblas.
¿Cómo reconocer a Juan Machete?
Este hombre volvió de la muerte y luce como un espanto. Es alto y flaco, que vomita fuego e impide que las personas desentierren el dinero que él dejó.